Después de pulir el cuarzo de la cocina, es fundamental asegurarse de que no queden residuos ni productos químicos que puedan dañar la superficie. Utilizo un paño microfibra, que ayuda a recoger hasta el 99% de las partículas de polvo y residuos, gracias a sus finas fibras sintéticas. Esto maximiza la eficiencia de la limpieza en comparación con otros tipos de paños. Además, el vinagre blanco diluido en agua, en una proporción de 1:4, actúa como desinfectante natural. Esta mezcla no solo garantiza limpieza, sino que también respeta la integridad del cuarzo, al no contener ácidos fuertes que puedan erosionar su superficie.
Un buen truco que aprendí es utilizar agua destilada en lugar de agua del grifo para la limpieza final. El agua destilada, al carecer de minerales, evita la formación de manchas de cal, asegurando que el cuarzo mantenga su brillo original. Empiezo por recoger los restos visibles de pulido con una aspiradora de mano, preferiblemente una con succión potente de al menos 1000 vatios, esto asegura que no deje ni el polvo más fino. El cuarzo, por su porosidad casi nula, no absorbe las sustancias con facilidad, pero siempre es mejor ser precavido.
Algo que no puedo olvidar son las recomendaciones de expertos como los de Cosentino, quienes enfatizan que nunca debemos utilizar productos abrasivos o esponjas metálicas. Estos pueden reducir la vida útil del cuarzo y afectar su apariencia. La clave está en seguir procedimientos adecuados y mantener la constancia en la limpieza. Recordando lo que mencioné de las microfibras, es otro ejemplo de lo importante que es elegir bien las herramientas para cada tarea.
A veces me preguntan si la limpieza frecuente podría opacar el cuarzo. La respuesta es clara: no, si se hace correctamente. Los cuarzos de calidad suelen venir con tratamientos superficiales que aumentan su resistencia. Empresas como Silestone garantizan sus productos hasta 25 años, siempre que se sigan las instrucciones de cuidado adecuadas. Además, utilizar productos de limpieza específicos para cuarzo como los que recomiendan empresas de mantenimiento, asegura que la superficie permanezca intacta y brillante como el primer día.
Finalmente, algo curioso: algunos dicen que la energía del cuarzo se equilibra al estar limpio, y si bien eso podría caer en lo místico, mantener la cocina limpia genera una sensación de paz y bienestar. El tiempo que dediquemos a esto sin duda mejora no solo la apariencia de nuestras cocinas, sino también nuestra experiencia diaria al utilizarlas, recordando siempre técnicas como las descritas en este enlace.